Sorpresa absoluta en las elecciones presidenciales de Rumanía. La primera vuelta ha dejado al ultranacionalista y prorruso Călin Georgescu como candidato más votado, pese a apenas aparecer en las encuestas de las semanas previas a las elecciones. Fue ya en la recta final cuando algunas encuestas electorales le empezaron a situar en el mapa, registrando un significativo crecimiento. El favorito para estas elecciones, el actual primer ministro socialdemócrata Marcel Ciolacu, no sólo no fue el más votado, sino que finalmente quedó excluido de la segunda vuelta, al ser superado por poco más de 2.600 votos por la liberal y europeísta Elena Lasconi, de la Unión Salvar Rumanía.
Desconocido para muchos, Georgescu ha conseguido atraer a buena parte del electorado, especialmente al más joven, con sus apariciones en podcasts y sus publicaciones en TikTok. Sin embargo, su éxito va más allá de esta estrategia comunicativa, habiendo recogido en buena medida voto protesta contra los partidos tradicionales y atrayendo los apoyos con los que contaba Diana Șoșoacă (alrededor de un 10 %), del ultraderechista y rusófilo SOS Rumania, que fue excluida del proceso electoral por el Tribunal Constitucional. La obtención de 2,1 millones de votos por parte de Georgescu, que fue miembro del ultraderechista AUR, que ya le ha apoyado de cara a la segunda vuelta, ha resultado una sorpresa generalizada, dado que no se esperaba que estuviera entre los candidatos con más votados, dada su ausencia de las encuestas y de los medios tradicionales.
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